«El linfoma que nunca fue»
El pasado 29 de noviembre, nuestro servicio de Neumología expuso un caso clínico de forma conjunta con los servicios de Cirugía Torácica y Anatomía Patológica titulado: «El linfoma que nunca fue», en la sesión clínica mensual de residentes organizada por la comisión de docencia del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
La primera sospecha diagnóstica ante masas en el mediastino son los síndromes linfoproliferativos, siendo el más frecuente el linfoma. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En algunas ocasiones es necesario un abordaje invasivo de dichas masas, como una resección quirúrgica, para lograr un diganóstico definitivo, junto con la presencia de patólogos expertos que lo confirmen.
En este caso concreto, incialmente en las biopsias intraoperatorias se trataba de un linfoma,sin embargo, en la histología reglada posterior nuestra paciente fue diagnosticada de Enfermedad de Castleman de tipo hialinovacular.
Dicha enfermedad es rara y anecdótica en nuestro medio, con una incidencia de 21-25 casos/millón/año. Se trata de un síndrome adenomegálico único (localizado) o múltiple (multicéntrico, sistémico) por proliferación de ganglios linfáticos morfológicamente benignos. El tratamiento es la cirugía y posteriormente es necesario un seguimiento a largo plazo del paciente.
Con este caso clínico, es importante recalcar la importancia de una visión multidisciplinar de todos nuestros pacientes, ya que sin ésto, el diagnóstico definitivo no hubiese sido posible.